Invertir en innovación a través de la nanociencia, clave para reavivar la economía

España se encuentra entre los países con mayor investigación básica de la Unión Europea. Algo que no se refleja en la incorporación de estas nuevas tecnologías a los sistemas productivos. La respuesta de por qué esto es así es la propia estructura empresarial de nuestro país, con un porcentaje alto de micropymes. Por ello, como explican los responsables del próximo encuentro ‘La utilización de los nanomateriales en la empresa’, Rafael Ibáñez, Guillermo Muñoz y Fernando Sapiña, del Institut de Ciència dels Materials de la Universitat de València, es necesario que haya una «alianza estratégica entre los sectores productivos y las universidades con el fin de desarrollar nuevos productos, nuevos servicios, que se puedan poner en el mercado y que permitan reavivar la economía de nuestro entorno». Para ello, remarcan, la única herramienta existente es la innovación, «la capacidad de incorporar conocimiento en los productos».

Como explica Fernando Sapiña, los sectores productivos «son conscientes de que hace falta invertir en conocimiento y que ese conocimiento se traslade a productos». En este sentido, la nanociencia y la nanotecnología ofrece conocimientos capaces de aportar muchas funcionalidades a los productos.

En este sentido, la Universitat de València, a través del Instituto de Ciencia de los Materiales, organizará el primer encuentro sobre nanotecnologías como oportunidad de negocio. Esta jornada, abierta al público, se realizará el próximo jueves, 3 de abril, en la sede de la Fundación Universidad-Empresa de la Universitat de València (ADEIT), a las 17:00 horas.

Necesidad de formación sobre nanomateriales en las empresas

Además de hacer partícipes a los técnicos y empresarios de la Comunitat Valenciana de la importancia económica que los nanomateriales pueden aplicar a sus productos y servicios, este encuentro tiene como objetivo concienciarlos de la necesidad de una formación actualizada en el sector de los nanomateriales. Y es que, como explica el profesor Rafael Ibáñez, ya hay muchas aplicaciones prácticas de los nanomateriales en sectores como la cosmética, el textil o el vidrio. Un ejemplo son los vidrios autolimpiables que tienen un recubrimiento de dióxido de titanio. Este recubrimiento actúa como un fotocatalizador que descompone la grasa que queda adherida en los cristales. Su carácter hidrófobo hace que el agua arrastre las partículas de polvo lo que hace que los cristales se mantengan limpios en condiciones en las que los vidrios convencionales están sucios. Esta aplicación, como indica Ibáñez, se utiliza en vidrio de fachada, principalmente, puesto que la reducción de frecuencia de su limpieza contribuye a la amortización económica de este producto.

Pero, la gama de aplicaciones nanocientíficas es mayor si cabe, puesto que como remarca Guillermo Muñoz se trata de un campo muy transversal de aplicación, que permite incorporar muchas funcionalidades a materiales y productos. Por ejemplo en las aplicaciones de nanopartículas en productos cosméticos. Fernando Sapiña explica que la incorporación de nanopartículas de dióxido de titanio ha permitido el desarrollo de cremas de protección solar trasparentes, en lugar de las cremas convencionales con un aspecto lechoso.

Más información e inscripción en:
www.adeituv.es/sesion-nanomateriales

Noticia publicada: 21/03/2014