Imaginativa y distinta. Así debe ser la innovación para el associate director manufacturing en Coca-Cola European Partners Iberia, Ramón Gómez Barajas, que ha participado hoy en el programa Aula Abierta Innovación en la Empresa que organiza ADEIT.
«El mayor problema es hacer algo que nadie ha hecho nunca antes», ha señalado. En este sentido, ha recuperado dos de las citas célebres de Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y “En los momentos de crisis, la imaginación es más importante que el conocimiento, porque el conocimiento es limitado y la imaginación rodea el mundo”.
Con esta segunda cita ha comenzado un detallado repaso por el proceso que, durante los últimos diez años, ha llevado a la planta embotelladora de Valencia a convertirse en la «planta de Coca-Cola con mejores procesos productivos».
En 2008, en plena crisis económica, la planta de Valencia se encontraba al límite de su capacidad, ha explicado el directivo de Coca-Cola. Fue entonces cuando plantearon un cambio revolucionario y una idea totalmente innovadora, que nadie había hecho hasta el momento del mismo modo; separar el almacén de la fábrica. Lo hicieron con un doble objetivo; acometer la expansión de la fábrica, por una parte, y modernizar el almacén, por otra.
Ambas cosas se consiguieron y hoy –ha explicado Gómez Barajas- el almacén de Valencia está totalmente automatizado; cuenta con un software integrado con trazabilidad hasta el último cliente, con vehículos guiados por láser y camiones automatizados, que fueron modificados y diseñados a medida, entre otros aspectos. Por otra parte, se consiguió liberar cerca de 15.000 m2 de espacio de la fábrica y reducir coste de explotación, lo que permitió crecer y duplicar tanto las líneas como la producción en estos diez años.
El directivo de Coca-Cola se ha mostrado satisfecho con el resultado de este proceso: «conseguimos montar una planta de la que estamos muy orgullosos». A día de hoy –apuntó- la planta de Valencia es la cuarta de Europa y la segunda de España en cuanto a volumen producido. Concretamente, este año se fabricarán 650 millones de litros de bebida.
Innovación interna y externa
La innovación se trabaja de modo interno y externo. En lo relacionado con el producto, está todo centralizado en el laboratorio propio que Coca-Cola tiene en Bruselas. Sin embargo, sí se establecen colaboraciones externas para innovar en lo relacionado con los procesos. En Valencia, por ejemplo, con ITENE.
La automatización permitió reducir 25 carretilleros e introducir 20 vehículos guiados por láser que configuran un sistema «más seguro, más eficiente y más económico», ha explicado el associate director manufacturing de Coca-Cola European Partners Iberia. En cuanto al impacto de la robotización, Gómez Barajas ha señalado que «la robótica mejora el trabajo y permite que surjan otros perfiles laborales».
Por último, en relación la economía circular, Gómez Barajas ha subrayado el compromiso de Coca-Cola European Partners Iberia con aspectos medioambientales como la reducción del consumo de agua en el proceso de producción y de generación de residuos en las fábricas. Asimismo, en términos energéticos también ha informado de que están trabajando en «proyectos ambiciosos» para reducir la energía empleada con el fin de crear los moldes de las botellas. «Es uno de los pilares básicos de nuestro negocio. Está grabado en nuestro ADN a fuego», ha subrayado.
Por último, ha cerrado su intervención haciendo alusión a la que –ha dicho– es una de sus máximas. «Estamos preparados para seguir creciendo».
26/02/2018
