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Rosa Yagüe: «Una práctica no debe ser un puesto de trabajo»

Más de 250 estudiantes que cursan la titulación de Turismo en la Facultat d’Economia de la Universitat de València han realizado prácticas en los dos últimos años. Una formación que, como explica la coordinadora del Grado de Turismo, Rosario Martínez, es «clave» puesto que se trata de su primer contacto con el mundo laboral y profesional. La entrada a una empresa, que no hay que confundir con la ocupación de un puesto de trabajo, implica «ser conscientes» para saber qué está demandando el mercado laboral y trasladar los conocimientos teóricos aprendidos en la Universitat de València al mundo laboral. Así lo argumenta Rosa Yagüe, que antecedió en el cargo a Rosario Martínez y que actualmente es secretaria académica de la Facultat d’Economia. Nos acercamos a la coordinación de las prácticas de los estudiantes de Turismo de la Universitat de València a través de esta entrevista conjunta.

¿Qué papel juegan las prácticas en la formación de los estudiantes en la titulación y grado de Turismo?
Rosario Martínez: Un papel muy fundamental, sobre todo para finalizar los estudios puesto que es su primer contacto con el mundo laboral y profesional y, por eso, las prácticas se cursan en cuarto curso, en el último cuatrimestre, y es casi la última asignatura que se realiza.
Rosa Yagüe: Son importantísimas. No se podría entender que un graduado de Turismo lo fuera sin haber realizado estas prácticas porque es su primer contacto con el mundo laboral. En el perfil de los estudiantes de Turismo, algunos de ellos ya suelen trabajar, pero no en perfiles que se ajusten a la titulación que están cursando y para la que se están formando. Son trabajos relacionados con el mundo de la restauración, de la hostelería, para poder subsistir y pagarse sus estudios. Pero, lo importante es que luego hagan las prácticas en alguna empresa o en centros de la administración pública que se adecue a lo que están estudiando o para lo que se están formando que es, en definitiva, poder ascender en el mundo laboral y poder estar mejor posicionados dentro del sector del turismo que hace mucha falta en esta Comunitat.

Las prácticas constituyen una asignatura obligatoria de la titulación y del grado de Turismo, ¿qué supone esta inserción para los estudiantes en su formación y adquisición de habilidades y competencias?
R.Y.: Yo creo que es donde más van a aplicar esas habilidades. Evidentemente, en clase se intenta ir trabajando una serie de habilidades y competencias que van adquiriendo, pero sin lugar a dudas, la entrada a una empresa para intentar desarrollar los conocimientos que han adquirido en la Universitat, implica ir mucho más allá y ser conscientes de qué está demandando el mercado laboral y es donde van a ver realmente cómo esos conocimientos son capaces de desarrollarlos más allá con su actitud y, en definitiva, donde van a tener que seguir el resto de su vida y ser competitivos, porque el mundo actual así lo es. Esa primera toma de contacto es fundamental porque es otra manera de entender la enseñanza. Sin ello, no lo llevarían a cabo. Ese desarrollo van a ser conscientes en el momento en que realicen las prácticas.
R.M.: También les complementa la formación más teórica que han obtenido en la facultad. En las organizaciones ven cómo funcionan, cómo se gestionan y ven cómo es el funcionamiento real. Por mucho que se lo puedas contar aquí en clase, ellos allí lo viven con su propia experiencia. Esa formación y ese aprendizaje no se lo puedes dar desde las aulas.

Esa formación práctica que, como comentáis es «clave» para los estudiantes, ¿qué supone para la empresa? ¿Qué aporta un estudiante en prácticas a una entidad?
R.Y.: Una empresa debe afrontar las prácticas como lo que son. No es un puesto de trabajo. Tenemos que ser conscientes de ello. Una práctica que ocupa un estudiante no debe ser un puesto de trabajo. Los tutores de empresa han de ejercer esa función formadora desde la visión de su empresa, lógicamente, y también de saber que están aprendiendo mutuamente. El estudiante aprende el funcionamiento y el mecanismo de la empresa y tiene oportunidades, incluso, de poder formar parte, en un futuro, del equipo humano de trabajo. A su vez, la empresa está contribuyendo en la fase última de la formación que los estudiantes reciben de la Universitat y, de alguna forma, pulirlos hacia aquello que ellos necesitan. Vuelvo a insistir en que, sobre todo, es fundamental que la empresa entienda que está contribuyendo y formando parte de la Universitat de València también como formadora y que, en ningún momento esa práctica tiene que sustituir a un trabajador.

¿Cuáles podríamos considerar que son los principales retos a afrontar durante el próximo curso 2014/15?
R.M.: Intentaremos consolidar el nuevo modelo de prácticas, que ya el año pasado lo fuimos haciendo, y sensibilizar a las empresas de que no es un puesto de trabajo y que, por supuesto, tiene que ajustarse al perfil que aquí formamos de grado en Turismo para que no se confunda con una formación profesional de grado superior. Y, por supuesto, también hay que sensibilizar a los tutores académicos de la importancia que tienen las prácticas. Esa doble sensibilización, a empresas y a los profesionales de la enseñanza, son los dos objetivos que nos planteamos continuar y asentar en el próximo curso.

Noticia publicada: 17/03/2014