150. Ese fue el total de asistentes que se reunieron en la I Jornada de Prácticas Externas del Campus de Burjassot celebrado el martes en la Sala Darwin de la Facultat de Farmàcia. Este acto tenía como principales objetivos el reconocimiento de la dedicación de los tutores y tutoras de prácticas así como el acercamiento y la colaboración entre la Universitat de València y su entorno. Este encuentro reunió a 70 empresas que participan activamente en la acogida de estudiantes de prácticas de las seis facultades del campus: la de Farmacia, la de Matemáticas, la de Química, la de Física, la de Biología y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería- ETSE.
El acto estuvo presidido por el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo; el presidente de la Fundación ADEIT, Juan Manuel Pérez Mira; la vicerrectora de Estudios de Grado y Política Lingüística, Isabel Vázquez; el vicerrector de Estudios de Posgrado, Rafael Crespo y la representante de los centros del Campus de Burjassot, Paula Marzal. Todos ellos coincidieron en resaltar la importancia de las prácticas en un campus donde conviven la facultad de Farmacia, una de las más longevas en el reconocimiento de las prácticas en el expediente académico, y la ETSE, la más actual en hacerlo.
Prácticas, sinónimo de mejor formación
Morcillo agradeció el trabajo llevado a cabo por todos los agentes encargados de las prácticas ya que contribuyen a «una mejor formación del alumnado de la Universitat. Pérez Mira, por su parte, destacó a «las más de 400 empresas implicadas en este campus» en la realización de prácticas que han acogido «un total de 1.583 estudiantes» este año y reconoció el trabajo que llevan a cabo los «600 tutores y tutoras» que participan en esta acción. Vázquez puso el acento en la importancia de las prácticas como vía de acceso al mundo laboral y confesó ser «una convencida de lo importante que son las prácticas para la Universitat y la sociedad». En la misma línea, Marzal señaló que pese a la complejidad de las prácticas, éstas se viven de manera muy «natural» ya que se han convertido en algo que el alumnado «espera en su paso por la Universitat».
Posteriormente, Yolanda Montoro, técnico del departamento de Prácticas de ADEIT, presentó un informe de valoración de los tutores y tutoras de empresa en el que se reflejó el grado de competencias aprendidas por el estudiantado en prácticas, su nivel de satisfacción y el índice de inserción laboral tras su realización. Montoro señaló que en cuanto a continuidad –a través de formación, es decir, beca o trabajo de fin de grado/máster- un 15% del alumnado suele continuar en la empresa.
Mesa redonda con perfiles estudiantil, académico y de empresa
Miguel Ángel Barberá, director del Departamento de Prácticas de la Fundación ADEIT, fue el moderador de la mesa redonda. Denominada ‘Buenas experiencias de prácticas externas’ contó con el perfil estudiantil, el de empresa y el académico. Juan Carlos Montalt, coordinador de prácticas de la Facultat de Física, fue el primero en intervenir e indicó que las prácticas son una «experiencia positiva» ya que permite el «contacto directo» con el mundo profesional. De este modo, apuntó, el alumnado «puede aplicar todos los conocimientos que ha aplicado durante la carrera. Francisco Beitia, investigador del Centre de Protecció Vegetal i Biotecnologia de l’Institut Valencià de Recerques Agràries (IVIA), explicó que es importante la incorporación del alumnado al equipo haciendo que se sienta «uno más» para que su interés durante la práctica sea continuo. Cristina Llorens, responsable de formación del Grupo Agua de Valencia, S. A., coincidió con Beitia y añadió que «compartir el trabajo con el alumnado se traduce en una mayor implicación por su parte». David Brotons, representante de estudiantes, aportó su punto de vista afirmando que «sentirte uno más es fundamental» puesto que así «darás lo mejor de ti mismo durante el tiempo en el que estés de la empresa». 
María Sanchís, responsable de proyectos de BIÓPOLIS, S. L., quiso marcar otro aspecto importante de las prácticas: la confianza, de ahí que insistiese en que «si se equivocan no pasa nada, están en la empresa para aprender». Seguidamente, Fracisco Llopis, coordinador de las prácticas de Ingeniería Química, expuso que desde la Universitat «no queremos resultados ni números» sino «saber qué ha hecho el estudiante en la entidad y si lo ha hecho de manera diferente a cómo le hemos enseñado». Reyes Barberá, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública, fue la última en intervenir y señaló que las prácticas sirven para que el alumnado «salga de la burburja» y se dé cuenta de que fuera «hay una competencia feroz» lo que les servirá para convertirse en «mejores profesionales», asimismo, Barberá también comentó que el contacto entre tutores –de empresa y académicos- también debería ser «más fluído».
Finalmente, los tutores de empresa de las 70 entidades representadas en el acto, recibieron un diploma de agradecimiento por la labor que han realizado durante su tutorización.
Noticia publicada: 22/06/2017
