Se activa la misma parte del cerebro cuando se produce un daño físico o una lesión que cuando se viola la dignidad, según demuestran los últimos estudios neurocientíficos a través de la imagen de resonancia cerebral. Así lo explica la psicóloga y profesora de Hardvard, Donna Hicks, que participó el pasado martes en el ciclo Las conferencias de ADEIT.
A partir de su experiencia en conflictos bélicos, Donna Hicks centró su ponencia en las claves para entender y resolver los conflictos en las organizaciones y empresas. La violación de la dignidad está en la base de todo tipo de conflictos, según explica la experta de Harvard. Donna Hicks, que reconoció ser «una violadora de la dignidad en recuperación», se mostró convencida de que los avances más apasionantes del s.XXI no residen en la tecnología sino en el conocimiento sobre el ser humano, sobre el que –dijo– «aún se desconocen muchos aspectos».
Respeto y dignidad no son sinónimos
Respeto y dignidad, aunque en muchas ocasiones se utilizan indistintamente, no son sinónimos, según la conferenciante. «La dignidad es distinta al respeto; el respeto hay que ganárselo, la dignidad es inherente al ser humano desde su mismo nacimiento», afirmó. «Sufrimos una crisis de salud pública que tiene que ver con la dignidad», afirmó la psicóloga, quien lamentó que durante muchos años se ha ignorado esta materia y, por tanto, no se ha tratado a los trabajadores como personas valiosas.
La aceptación, el reconocimiento, la inclusión en el grupo, la seguridad, la justicia, la independencia, la comprensión y el beneficio de la duda son algunos de los aspectos que Donna Hicks destacó para conseguir una relación saludable en todos los ámbitos de la vida. Por el contrario, la falta de reconocimiento y de inclusión en el grupo son dos de los ataques a la dignidad más frecuentes. Pero, según afirmó la profesora de Harvard, las heridas a la dignidad pueden curarse. De hecho, Donna Hicks afirmó que una violación de la dignidad tiene que cuidarse del mismo modo que un brazo roto.
En relación con el liderazgo, la dignidad también juega un imporante papel. El líder, además de conocer bien los elementos de su negocio -explicó Donna Hicks- debe tratar a su gente con dignidad, debe hacer sentir bien a las personas que están con él. Además, recomendó respetar la dignidad porque «es el mejor modo de comprometer a las personas, de ganar su confianza, de hacerlas más rentables y creativos», afirmó.
Esta conferencia ha sido organizada por la Universitat de València, en el marco de su participación en los programas científicos del Real Colegio Complutense en Harvard University y el Campus de Excelencia Internacional VLC/CAMPUS, que financia el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Generalitat Valenciana.
Noticia publicada: 8/10/2015
