Su nombre es Liu Yang pero la gente le conoce como Antonio. Hijo de inmigrantes chinos, llegó a Valencia con diez años y desde entonces continuó creciendo y formándose en el idioma y la cultura china. Estudió Derecho en la Universitat de València, orientándose hacia el comercio internacional y las nuevas tecnologías. Fruto de su iniciativa emprendedora, que como él reconoce surgió tras su paso por el curso Qui pot ser empresari?, de la Cátedra de Cultura Empresarial de la Universitat de València, creó la consultora Mediterrasian Consulting, centrada en el asesoramiento especializado en el mercado chino.
¿Cómo surgió tu vocación emprendedora?
Desde siempre todo mi entorno, tanto chino como español, me decía «tienes un futuro prometedor: hablas tres idiomas y tienes una carrera universitaria. Te van a rifar, vas a comerte el mundo». Yo realmente me lo creí, creía que me rifarían, que iba a comerme el mundo. Pero pasó el tiempo, llegó la crisis y el sueño que me había imaginado tenía que hacerlo posible yo mismo: ya nadie me iba a rifar, ni me iba a pagar un sueldo mensual. Tenía que buscarme la vida. Entonces decidí jugar a ser empresario: hice números, nunca me cuadraban. Aposté por ofrecer los servicios de consultoría: inversión mínima y trabajo desde casa. Mi pareja y yo somos los socios fundadores: sin ella no hubiera llegado tan lejos. Ella es mi coach, mi apoyo personal y profesional.
¿Cuál es la razón de ser de Mediterrasian consulting, vuestra consultora?
Pretendemos hacer de puente entre Asia y Europa, principalmente en servicios en consultoría. Hace cinco años íbamos a China a montar una fábrica, ahora la tendencia es justamente lo contrario. Con la nueva ley de emprendedores rusos y chinos están promocionando, por ejemplo, la creación de inmobiliarias. Una de las misiones que tenemos en la consultoría que más destacaría es la formación en interculturalidad. Formamos a empresas que se van a China, desde protocolo empresarial hasta pautas de comunicación con los asiáticos.
¿Cómo valoras el papel de China como potencia emergente?
China va hacia un lugar positivo. A nivel político está cambiando mucho, está luchando contra la corrupción, apuesta por la internacionalización, en cuanto a la importación se están fijando en productos europeos, como el aceite y el vino español. A mis alumnos, el primer día de clase, les hago siempre dos preguntas: ¿Qué sabes de China? ¿Por qué te interesa o por qué debería interesarte? Generalmente saben de China muy poco y solo de historia reciente. De hecho se abrió al mercado internacional hace solo 36 años.
¿Qué te aportó el curso Qui pot ser empresari?, de la Cátedra de Cultura Empresarial de la Universitat de València?
El curso de Qui pot ser empresari? es una gran oportunidad para aprender aspectos que no van a ver en su carrera, al menos cuando yo estudiaba. Son clases muy prácticas, hablas con gente que realmente tiene experiencia y eso es lo que te enriquece como empresario. Hoy día es la motivación la que te lleva a hacer grandes cosas.
¿Qué te motivó a cursar el Programa de Integración Sociolaboral de Jóvenes Universitarios Inmigrantes?
Antonio Liu Yang
¿Cuáles son para ti las cualidades que debe tener una persona emprendedora?
Resaltaría la marca personal, que yo llevo aplicando desde el año 2009. Al fin y al cabo somos personas, expertos en un tema. Podemos montar una empresa, que probablemente no sea nuestro primer proyecto, pero lo que siempre quedará será el proyecto y la persona.
¿Qué significó para ti ganar el premio Talento Joven de la Comunitat Valenciana?
Me presenté al concurso de Joven Talento de la Comunitat Valenciana para consolidar mi marca personal. Estaba en Luxemburgo cuando me comunicaron que era uno de los tres finalistas. No me esperaba ganar el concurso. Mi discurso fue, como siempre, en la misma línea: qué puedo aportar yo a Valencia. Y creo que en el área de la internacionalización podemos hacerlo todavía mucho mejor. Turistas chinos, estudiantes chinos, inversiones desde China… todavía no somos conscientes del potencial de los chinos que vienen a España a invertir. Fundamentalmente el reconocimiento público de este premio corrobora que lo he estado haciendo bien.
¿Qué diferencias destacarías de la forma de hacer negocio de China y España?
El modelo de negocio chino es muy primitivo, muy nuclear. En España el fenómeno de la inmigración es muy reciente, respecto a otros países europeos, y concretamente el boom de la inmigración china data de los años 90. Pero cada vez menos, más parejas interculturales, chinos que están abriendo otros tipos de negocio y ahora también gente que viene de China (empresarios, estudiantes, turistas…) puede aportar mucho a la Comunitat Valenciana, teniendo siempre presente que competimos como destino con Barcelona, Madrid, Sevilla… con el resto de España, por no mencionar a nivel europeo.
¿Dónde te imaginas dentro de diez años, Antonio? ¿Te imaginas aquí o en China?
(Risas) No sé a qué me dedicaré dentro de diez años, pero lo que tengo claro es que si hace diez años me dicen que estaría aquí mismo haciendo esta entrevista con la trayectoria profesional que llevo no me lo hubiera creído. Lo que si tengo claro es que me gustaría quedarme aquí, seguir con esta biculturalidad. Aquí tengo a mi familia y mis amigos más cercanos. El valor añadido lo tengo aquí, no allí. Allí soy uno más, aquí destaco.
Noticia publicada: 21/02/2014
